ver oír y callar
Carlos Tapia (1960), costarricense. Tapia pinta de manera original, muy propia, en un estilo que le pertenece, aunque suelen inscribirlo en el expresionismo.
En una gran parte de su obras, sustituye a la figura humana por gatos. Esto otorga a las obras un aspecto sugestivo, que emana de las características de los gatos y depositado en sus ojos.
En otra parte de sus pinturas, refleja espacios arquitectónicos, naturalezas muertas y algunos animales pertenecientes a los felidae (como Jaguar), al que pertenece el gato, único de ellos que es doméstico. Tapia consigue interesantes trabajos en los que, siempre, tiene algo que decir.
al borde del precipicio