Emma Reyes
(1919 – 2003) fue una pintora colombiana. Tuvo una infancia llena de penurias.
Quedó huérfanas de padre y madre y, junto a su hermana, fue cuidada por una
familia durante un tiempo. Luego, internaron a las hermanas en un asilo cuidado
por monjas.
Como es
común en estos establecimientos religiosos, recibió toda clase de malos tratos.
Ni siquiera le enseñaron a leer y escribir. Se supone que aprendió sola o que
algunas niñas mayores a ella le enseñaron lo elemental. Con su hermana, para
evitar los tormentos a que las sometían las monjas, escaparon.
Emma viajó
por varios países hasta llegar a Argentina, donde comenzó a pintar, realizando
su primera exposición a los treinta años, en México. Aprendió en el taller de
Diego Rivera y, pocos años después, viajó a Italia para estudiar el futurismo.
En Europa
abandona la temática indigenista inicial y pasa a trabajar en una conjugación
de figuración y abstracción o composición geométrica.